Un niño de diez años de edad, fue secuestrado en la mañana de ayer, en un paraje rural del municip
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de Saladoblanco, por dos individuos que se movilizaban en una motocicleta DT 125. El plagio se produjo en la vereda San Rafael, distante unos 30 minutos de la cabecera municipal, hasta donde fue enviado el niño Nicolás Figueredo Artunduaga, de diez años de edad, en compañía de un primo de igual edad, a llevar un semoviente equino, y cuando regresaban, fueron interceptados por dos hombres que se movilizaban a bordo de una motocicleta. Los sujetos invitaron a los menores a subir a la motocicleta, pero al rehusarse fue tomado por la fuerza uno de ellos a quien le taparon la boca con un pañuelo y emprendieron la huida con rumbo desconocido. El hecho se produjo aproximadamente a las diez de mañana del domingo, sólo se conoció hasta cuando su primo César regresó e informó a su familia de lo sucedido. Luego acudieron a informar a la policía, que de inmediato inició las primeras diligencias de investigación sobre el caso. Ya en las horas de la tarde, fuerzas del Gaula del Ejército y de la Policía Nacional hicieron presencia en la zona e iniciaron las investigaciones de rigor. Las primeras versiones conocidas de parte de las autoridades de policía y militares indican que se trata de delincuentes comunes, que de acuerdo con los primeros indicios habrían tomado el rumbo a la vereda Corinto en límites de Saladoblanco y Oporapa para salir al municipio de La Argentina y bajar hasta La Plata. Anoche, el despliegue de las fuerzas del Estado se dio por la región, pues se indicó que habían serios indicios para dar con el paradero de los plagiarios y del menor. La madre del menor, Margarita Figueredo, luego de conocer la noticia sobre el secuestro de su hijo, salió de la población de Saladoblanco, para dirigirse a las autoridades militares y entregar la información suficiente sobre el pequeño con el fin de que sea rescatado cuanto antes. El mayor, Eisenhower Pérez, comandante del Cuarto Distrito de Policía, dijo en Saladoblanco, que inicialmente se descarta que los autores del plagio sean miembros de la guerrilla, pues dijo que por el modo y rumbo que tomaron, indica que se trata de delincuencia común. Sostuvo que la información entregada a las autoridades se produjo dos horas más tarde del plagio, lo que facilitó la huida de los delincuentes y retrasó el accionar de las autoridades.
io de Saladoblanco, por dos individuos que se movilizaban en una motocicleta DT 125. El plagio se produjo en la vereda San Rafael, distante unos 30 minutos de la cabecera municipal, hasta donde fue enviado el niño Nicolás Figueredo Artunduaga, de diez años de edad, en compañía de un primo de igual edad, a llevar un semoviente equino, y cuando regresaban, fueron interceptados por dos hombres que se movilizaban a bordo de una motocicleta. Los sujetos invitaron a los menores a subir a la motocicleta, pero al rehusarse fue tomado por la fuerza uno de ellos a quien le taparon la boca con un pañuelo y emprendieron la huida con rumbo desconocido. El hecho se produjo aproximadamente a las diez de mañana del domingo, sólo se conoció hasta cuando su primo César regresó e informó a su familia de lo sucedido. Luego acudieron a informar a la policía, que de inmediato inició las primeras diligencias de investigación sobre el caso. Ya en las horas de la tarde, fuerzas del Gaula del Ejército y de la Policía Nacional hicieron presencia en la zona e iniciaron las investigaciones de rigor. Las primeras versiones conocidas de parte de las autoridades de policía y militares indican que se trata de delincuentes comunes, que de acuerdo con los primeros indicios habrían tomado el rumbo a la vereda Corinto en límites de Saladoblanco y Oporapa para salir al municipio de La Argentina y bajar hasta La Plata. Anoche, el despliegue de las fuerzas del Estado se dio por la región, pues se indicó que habían serios indicios para dar con el paradero de los plagiarios y del menor. La madre del menor, Margarita Figueredo, luego de conocer la noticia sobre el secuestro de su hijo, salió de la población de Saladoblanco, para dirigirse a las autoridades militares y entregar la información suficiente sobre el pequeño con el fin de que sea rescatado cuanto antes. El mayor, Eisenhower Pérez, comandante del Cuarto Distrito de Policía, dijo en Saladoblanco, que inicialmente se descarta que los autores del plagio sean miembros de la guerrilla, pues dijo que por el modo y rumbo que tomaron, indica que se trata de delincuencia común. Sostuvo que la información entregada a las autoridades se produjo dos horas más tarde del plagio, lo que facilitó la huida de los delincuentes y retrasó el accionar de las autoridades.
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